martes, 27 de abril de 2010

Más ricos gracias a Europa


Gracias a la pertenencia a la Unión Europea, España ha logrado consolidar la democracia, modernizar la economía, las infraestructuras y los servicios públicos, participar de la moneda única y disfrutar de los beneficios del mercado común.

En el próximo mes de junio, España cumplirá 25 años en la Unión Europea. El 12 de junio de 1985, Felipe González firmaba el Tratado de Adhesión de España a la U.E.

Durante todo este tiempo España ha recibido muchos beneficios de la U.E. Pero, aunque con menos intensidad, España también ha impulsado importantes avances comunitarios y políticas sociales como la “Europa de los ciudadanos”, la política común de inmigración o las relaciones con el sur del Mediterráneo y con América Latina.

Grandes avances

Las ampliaciones de los aeropuertos de Madrid y Barcelona, el metro de Sevilla, la Ciudad de las Artes de Valencia, o la expansión del puerto de las Palmas son ejemplos de infraestructuras y servicios públicos que se han realizado con los fondos comunitarios. España es una buena representación del éxito del modelo de solidaridad europea. Desde el año 1987 ha sido receptora de fondos europeos. Con ellos hemos conseguido igualar la renta per cápita de nuestros vecinos europeos y se ha fortalecido el empleo creando más de 300.000 puestos de trabajo al año. Cuatro de cada diez kilómetros de autovía han sido financiados con fondos comunitarios. El 70% de las exportaciones españolas se destina a países comunitarios, de los que provienen el 60% de nuestras importaciones.

Pero Europa no solo ha contribuido al desarrollo de España en el ámbito económico. La U.E. ha permitido que los estudiantes puedan acceder a programas educativos europeos, como Erasmus, trabajar en otro país miembro en igualdad de condiciones o viajar libremente.

España se ha convertido ahora en un modelo a seguir para muchos estados miembros que se han incorporado a la Unión Europea. A partir de 2013 España dejará de ser un contribuyente neto, es decir, aportará más de lo que ingresa. Sin embargo, esto no son malas noticias para nuestro país: “España tendrá que sentirse muy orgullosa cuando pase a ser contribuyente neto porque eso significará que es una economía fuerte. Si dentro de algunos años tenemos que volver a recibir fondos nadie debería alegrarse porque significará que estamos peor”, explica Sergio García, representante del departamento de prensa de la Comisión Europea en España. “No hay porque dramatizar, es inevitable, Europa es un proyecto de solidaridad”, añade Miguel Puente el jefe de prensa de este organismo.
A pie de calle

“La gente da por hechas muchas cosas como si no hubieran sido fruto de un trabajo. Por ejemplo el poder irse de Erasmus o tener euros en los bolsillos. Por eso, no ponen interés en los temas de la Unión Europea”, explica Sergio García. Una encuesta elaborada por el Barómetro del Real Instituto Elcano releva que los españoles tienen poco interés por la presidencia española en la Unión. Por ejemplo, uno de cada tres españoles no sabe que España está ejerciendo la presidencia de turno. “Hay un límite natural de lo que le interesa a la gente. No creo que los españoles tampoco conozcan las competencias del Congreso o del Senado”, aclara Miguel Puente.

Los ciudadanos no se dan cuenta que gracias a la Unión Europea pueden llegar a Roma y pagar el taxi en euros o que en el supermercado pueden conocer el origen de los productos o que en el trabajo ya no tienen que aguantar el humo de los compañeros que fuman. “Es difícil convencer a la gente de las ventajas que supone pertenecer a la Unión Europea. Europa es un tema muy poco sexy”, sentencia Sergio García.

Los más europeístas

Sin embargo, según el último eurobarómetro, el sondeo oficial de opinión de la Unión Europea, los españoles son los que mejor valoran la U.E. Para el 64 por ciento de los españoles, formar parte de la Unión es algo positivo y dos de cada tres ciudadanos españoles opina que España se ha beneficiado de esta pertenencia. Y es que tener poco interés en la Unión Europea no nos impide ser los más europeístas. Como dice Sergio García: “Somos los más europeístas pero no somos supereuropeístas”.

martes, 20 de abril de 2010

Jesús Miranda de Larra: “Larra se suicidó porque su orgullo se hizo pedazos”


Jesús Miranda de Larra es el autor de “Larra, biografía de un hombre desesperado”. Además de ser un estudioso sobre la vida y obra de Larra, es descendiente del propio autor por línea materna. Miranda de Larra sostiene que el suicidio del periodista fue un cúmulo de circunstancias. El orgullo de Larra fue una causa fundamental. No pudo cambiar un país al que amaba. Ya desde niño había sufrido mucho el horror de un exilio y la lastra de no tener el cariño de su madre. A todo ello se une su fuerte carácter depresivo y desarraigado y una época final que hace mella en su vanidad. Para Miranda de Larra, el hecho de que Dolores le abandonara fue como poner el arma en las manos de alguien que está deseando suicidarse porque era algo que ya tenía decidido.

Larra fue un hombre que sufrió mucho desde su niñez. Vivió el horror del exilio y estuvo internado en colegios desde los 3 a los 13 años. ¿Cree que arrastró esta pena, influyéndole en su visión de la vida, hasta su suicidio?

Sí, ya desde niño había sufrido mucho, había nacido en tiempo de guerra. Estuvo recluido en su casa con su abuelo que fue el que le educó hasta los tres años. De ahí al exilio y los internados. Se transformó en un niño y en un joven que no se fiaba de nadie. Él pierde su idioma, su familia, cuando se va a Francia lo meten en un internado, no tiene nunca el cariño de su madre. Fue su primer trauma con las mujeres. Todo esto le afecta muchísimo. Él veía las cosas malas de su país porque las había sufrido en su propia carne y ve en Francia el método, la reflexión. Todo esto hace de Larra una persona con un carácter difícil y una personalidad complicada, resentida, temerosa, escéptica.

Se habla de que la causa del suicidio de Larra fue la frustración de no poder cambiar un país al que amaba. Otra de las posibles causas de esta muerte podría ser el rechazo de su amante Dolores Armijo o incluso han dicho que se suicidó porque ya no tenía más que escribir, como apuntaba Umbral. ¿Cree que fue por alguna de estas causas o que las tres tuvieron que ver?


Todo afectó en su muerte. El orgullo fue una causa fundamental. Sin embargo, a Dolores no la veía desde el verano de 1834, que rompen porque se hace notoria su relación. Él se va de viaje pero antes pasa por Badajoz, donde huye Dolores, pero ella ni lo recibe. Es la primera intentona de un “aproch” y luego en Ávila en el 36, que va por allí una vez a hacer campaña pero tampoco consigue verla. No la ve hasta el 13 de febrero del 37, es decir ese tema lo tenía más muerto que carracuca. En sus cartas con Alfonso Carrero, tío de Dolores, habla de ella como una persona que le trató mal. Lo que pasa es que cuando Dolores le escribe la nota voy a verte, se va a peinar, enciende los candelabros, los braseros y piensa: “caramba si todavía siento algo” y cuando la otra le dice: “si yo lo que quiero son las cartas que me voy con mi marido a Filipinas” pues ya…. Yo creo que Dolores no fue una causa fundamental porque la tenía ya casi olvidada, hacía casi tres años que ni la veía, ni tenía relación con ella aunque fue el motivo que lo causó. Pero él tenía ya pensado quitarse de en medio, porque era muy depresivo, sobre todo en la época final.

Es como cuando tienes que hacer la declaración de la renta, desde abril a junio, ya lo tienes decidido y el momento puede ser que te llega una carta con los datos y dices: “es el momento de hacerlo”, pero ya estabas convencido. A Larra le pasa eso, primero le influye su carácter depresivo, niñez y juventud. Además, él dice: “Amo demasiado a mi patria para ver con indiferencia el estado en el que se halla”. Él asume que quiere a su país pero que no le gusta nada, ni sus líderes, ni las cosas que se hacen, ni la zafiedad del pueblo. Se viste de dandy para decir que lo hay que hacer es ser limpio, elegante, educado. Quería diferenciarse del pueblo, pero queriendo al pueblo. Pero eso que hacemos ahora, que hacen los políticos de hablar tan mal. Yo he oído a Rajoy en la televisión decir “Antonio Machao”, es una manera de mezclarte con el pueblo es bajar los listones. Larra lo que quería era educar al pueblo, subir los listones.

Él quiere ser libre y se pone a escribir y ve que lo suyo es denunciar, la crítica, la sátira. Quería cambiar la norma, que hubiera libertad, justicia, educación, cultura, luchar contra la pena de muerte. Los derechos humanos que decimos hoy en día. Pero no consigue nada y va aplaudiendo a todos los que llegan al poder porque se ilusiona con sus propuestas. A Martínez de la Rosa, el Estatuto Real, cree que será la base de la soberanía. Pero no consigue nada. Al principio lo alaba y luego lo machaca. Después viene Mendizábal y piensa que es uno de los suyos, un progresista y lo aplaude. Además, quiere combatir al Carlismo, que era el antiguo régimen, la falta de libertades. Al principio se ilusiona mucho, pero después cada vez se vuelve más escéptico y pesimista. Pasa desde el “Amo demasiado a mi patria para ver con indiferencia el estado en el que se halla” hasta el “mi vida está condenada a decir lo que otros no quieren oír”.
Generalmente se recuerda a Larra como un hombre romántico que murió por amor ¿Pero estaba Larra también enamorado de España? ¿Fue el desengaño amoroso de su patria lo que le hizo pegarse un tiro?

Totalmente, él estaba desesperado porque todo su esfuerzo, su pasión no habían servido de nada. Pero él no era un romántico, era romántico en su pasión con sus amoríos, con Dolores sobre todo y en su vehemencia de libertades. Él era muy ilustrado, muy cuadriculado, con el método cartesiano. Él era más ilustrado en cuanto a sus escritos que romántico, por lo tanto esa fuerza que puso se vuelve contra él. “Mi vida está condenada a decir lo que otros no quieren oír”, así admite su fracaso. Además, hay que añadir su carácter depresivo, un fracaso en su proyecto regeneracionista y la frustración de Dolores que es la gota de agua “¿Para que seguir?”.

¿Pero sí se hubiera reconciliado con Dolores aquella tarde cree que aún así se hubiera suicidado?

No, hubiera aguantado. Y además, a partir de junio aparece la Constitución del 37 que era más liberal. Él hubiera tenido el apoyo de Dolores, su musa, la mujer moderna, poetisa, que iba a tertulias, que salía, que discutía, que era la modernidad, la libertad lo que buscaba. Frente a su mujer, él se casa con 20 años porque cree que ya es capaz, que es normal. Como todo el mundo tiene su querida o querido y está con Dolores desde el 31 hasta el 34 que se descubre. Está cumpliendo su papel de marido y de amante. Él hubiera seguido así, pero cuando se descubre se separa de la mujer. Hubiera tirado una temporada. Su tema era cambiar España. España no cambió, siguió la censura. España ha cambiado a partir del 86. Hasta el 81 tuvimos golpes de estado, pero cuando entramos en la Unión Europea ya sentamos ciertas bases políticas y nos alejamos del riesgo de tirarnos de los pelos del que éramos tan aficionados. Hay disputas verbales pero no llegaremos a esos términos. Como no cambió España y él estaba obsesionado, quizás hubiera seguido escribiendo, criticando, eso seguro.

¿Puede ser que Larra no consiguiera integrarse en España porque era un hombre adelantado a su tiempo?

Por su puesto, estaba fuera del tiempo. Él estaba pidiendo cosas que no se podían dar que ni siquiera en Francia se daban. Con la revolución francesa se empezaba a caminar, con sus principios. Aquí estaban los carlistas y la Reina Cristina, luchando por volver, como el 23F, “¿volvemos a lo que tenemos o pasamos al destape?” Pero por lo menos a las libertades, a la prensa libre. Aún está la ley de prensa de Fraga. Es una de las cosas que hay que decir. Y él es pesimista, no puede cambiar, lo ve todo negro.
Sobre todo al final… ¿Qué es lo que le acaba de hundir definitivamente?

Él siempre había luchado contra la censura, era muy mordaz y muy orgulloso, para él era muy humillante que le censuraran. Eso a él lo fastidiaba. Iba tragando. En su rebeldía, le sentaba fatal, le va minando. Cuando vuelve de París empieza a escribir en El español, el mejor periódico para su gusto. Con más ganas, más fuerza, más ilusión. Había olvidado a Dolores. Después llega Istúriz, liberal, pero más tranquilo y ya no lo aplaude, era muy escéptico y lo ataca. Y Andrés Borrego, que era liberal, el director de su periódico ya lo frena, porque era amigo de Istúriz y Larra escribe una carta diciendo que se va del periódico.

Como él, y todos los de la época que utilizaban la literatura para llegar a la política. A Larra se le da la oportunidad de politiquear, en sus ambiciones políticas acepta en un trato que le proponen Istúriz y el gobierno para que él no lo critique. Se mete a politiquear en las Cortes Constituyentes por Ávila. Sale elegido pero no va ni una vez, no tenía interés, intenta aproximarse a Dolores pero no le hace ni caso.

A Larra no le interesaba irse de El español, porque tenía un sueldazo, a Borrego tampoco porque él era la firma. Él piensa: “Si no me dejan escribir, dando caña a estos señores, oye pues a lo mejor la política es buena, a lo mejor desde un escaño puedo cantar las verdades”. Pero no le da tiempo, se encuentra que se ha pasado a los liberales moderados sin olvidar nunca los derechos humanos que defendía. Pero todos a los que había criticado se vuelven contra él y le llaman moderadote, eso le sienta fatal, sobretodo en su orgullo.

“Me es indiferente el color del papel para el que escribo”, él estaba por encima del periódico. Lo que escribe a partir de esa época son artículos terribles y muy pesimistas.

En la obra de Larra se puede observar su visión negativa del mundo, tanto de España como del amor. En el artículo del día de los difuntos podemos leer “Mi corazón no es más que otro sepulcro” o “Escribir en Madrid es llorar”. ¿Se pueden ver en la obra de Larra indicios de este carácter o de suicidio?

Sus amigos dicen que él siempre estaba hablando de la muerte, que se sentía solo. Se da cuenta de que estaba fuera de su tiempo, que no hace nada allí, que es un desarraigado, que no se siente parte de aquello. Le molesta todo, la forma de proceder del pueblo. Él se encuentra su orgullo hecho pedazos, que es un frustrado, no funciona ni con su mujer, ni con su amante, que nadie le hace caso, que no quiere ser parte de esa porquería, que él considera su patria.

Además no hay que olvidar que la salida de moda de los apasionados románticos era tirarse por un acantilado, ir a la guerra de Grecia, beberse un veneno, clavarse un puñal. En España, en esa época en los años 30 cada día se suicidaban 3 ó 4 personas y en Francia 4 veces más.

¿Se ha mitificado la muerte de Larra para definirlo como un escritor romántico? Cree que esa exaltación romántica del suicida, como víctima del mal del siglo, es lo que produce una reacción contraria. Días después de su muerte se leía en los periódicos "Notable es el abuso que se ha llegado a hacer del romanticismo, alterando los principios de la sana moral, presentando a la imitación del pueblo horrores de cuya posibilidad casi debía dudar, trastornando la cabeza o exaltando las pasiones en términos de originar desgracias o catástrofes”.

Yo creo que sí, pero en aquel momento lo consideraban como un humorista no se dieron cuenta del grito de Larra, la generación del 98 lo toman como un rebelde que se levanta ante la situación caótica del país. Azorín más tarde y los que empiezan a estudiarle a mediados del siglo XX, empiezan a darse cuenta de la prosa de Larra. La transición entre el Siglo de Oro y del modernismo es Larra, el artículo político y responsable es Larra, él que lo crea.

En las reseñas que se hicieron en los periódicos los días posteriores a su muerte se apuntó que Larra era un mártir de la sociedad ¿Suicidó la sociedad a Larra? ¿Comprendía el pueblo la desesperación de Larra en sus escritos? Su amigo Roca de Togores se lamenta en El Español (15 de febrero): "cada uno de esos artículos que el público lee con carcajadas eran otros tantos gemidos de desesperación que lanzaba a una sociedad corrompida y estúpida que no sabía comprenderle"…

La sociedad no lo acaba de entender, hasta mucho después, el suyo es un mensaje que burlaba a la censura y a veces no le entendían ni los lectores. Él escribía para una minoría. La generación del 98 lo resucita como rebelde, como prosista, como generador de ideas. La gente de hoy en día, sabe que era un joven romántico, que dijo “Vuelva usted mañana” y se suicidó por una mujer.

¿Qué sería de Larra hoy en día?

No se si sería un bloguero pero escribiría y daría caña y no se suicidaría porque cada día hay más mujeres modernas.

A Larra le dolía España y Dolores puso una pistola en sus manos


Son muchas las razones que se han apuntado como la causa del suicidio de Larra. Se habla que fue su orgullo al no poder cambiar un país al que amaba. Pero también se dice que fue razón de una frustración amorosa. Probablemente estuvieran implicados varios factores. Lo que sí es verdad es que el tiro que se metió le instauró para siempre en la leyenda del romanticismo.

Llevaba puesta una levita de paño azul con cuello negro y una camisa de hilo de Filipinas. Así vestía Mariano José de Larra en el momento en el que se suicidó. Un dandy hasta la muerte. Un dandy y un romántico.

Son muchas las teorías que rodean el suicidio de Larra. Pero no dejó escrita una nota; así que por mucho que se hable son todo conjeturas.

Le dolía España

“Escribir en España no es llorar, es morir, / porque muere la inspiración envuelta en humo, / cuando no va su llama libre en pos del aire.” (Luis Cernuda). Larra fue el primer escritor de España que consideró con gesto intelectual los problemas nacionales. Nació en plena Guerra de la Independencia y tuvo que exiliarse a Francia porque el padre era un médico afrancesado. Sufrió en sus carnes los horrores del exilio familiar y la estancia en internados desde los 3 a los 13 años.

En la ya de por sí convulsa Historia de España, el siglo XIX es probablemente el más “ajetreado”. Esta centuria que se inició con la derrota de Trafalgar el 21 de noviembre de 1805 y las ruinas de la guerra de la Independencia, y finalizó con el desastre del 98, contempló guerras independentistas en las colonias, guerras civiles (las carlistas), pronunciamientos militares, golpes de Estado, revueltas sociales, revoluciones, restauraciones y cambios de sistema y de modelo político.

Buena parte de los grandes males de España en el siglo XIX arrancan del gobierno de Fernando VII, sin duda alguna, el peor monarca de la historia de España.

Durante los años en los que Mariano José de Larra escribe su obra literaria y periodística (1827-1837), España atraviesa una dificilísima situación política, social, económica y cultural. Es una España mísera, sin horizonte y sujeta a la dictadura de un régimen absolutista en el que la monarquía, la nobleza, las grandes fortunas, la Iglesia y buena parte del ejército sólo atendían a sus intereses. El intento de reconducir al país por la senda del liberalismo había sido liquidado el año 1823, y se había reinstaurado la censura de prensa y el régimen señorial, dando comienzo a la llamada Década ominosa. La muerte de Fernando VII en 1833 abocó a España a una guerra civil, la primera Guerra Carlista, durante la cual moriría Larra.

Se pegó un tiro por España

Larra contempla, desde la ironía de sus primeros artículos al pesimismo del final de su vida, un país enfrascado en disputas entre liberales y absolutistas, carlistas e isabelinos, potentados avariciosos y humildes y resignadas gentes del pueblo, clérigos osados e intelectuales abatidos.

Para muchos Larra murió por la herida que estaba desgarrando a España. Jesús Miranda de Larra, uno de sus descendientes y autor de una completa biografía del escritor sostiene que fue un hombre “orgulloso” que luchó por cambiar su patria y, “al ver que no podía integrarse en una España sin progreso”, se pegó un tiro. “No quiso ser parte de la España desastrosa que le tocaba vivir”. Un hombre que se suicidó por estar fuera de su tiempo. Ya Antonio Machado nos contaba: “Larra se mató porque no pudo encontrar la España que buscaba y cuando hubo perdido toda la esperanza de encontrarla”.

Leyenda del Romanticismo
Un tiro de gracia que le instaló para siempre en la leyenda del Romanticismo. El Romanticismo para Fígaro es un callejón sin salida. Es la gran contradicción donde coincide con otros jóvenes de su generación en Europa. Se sitúan entre la rebeldía y la melancolía. Es el vértigo de observar un mundo mecanizado en que el hombre, "un ser espiritual... se vuelve máquina él mismo a fuerza de hacer máquinas".

Pero Larra alternaba la desesperación con momentos de euforia amorosa. “El amor mata” escribió Larra en la crítica de Los Amantes de Teruel, quizás vaticinando su trágico final. Su primera y su última frustración fueron amorosas. En los años de estudiante en Valladolid Larra se enamoró de una mujer bastante mayor que él y que finalmente se revelaría como la amante de su propio padre. A los 20 años se casa con Josefina Wetoret, hermosa pero necia y superficial. Fue su gran error sentimental. Tuvo amores con una conocida actriz de la época y se dice también que fue una mujer la causa de un discutido duelo.

El amor de su vida

No obstante, el gran amor de su vida fue Dolores Armijo. Fue una relación adúltera por ambas partes. Ella estaba casada con un conocido abogado afrancesado. Dolores era todo lo contrario a Pepita, una mujer cultivada, discreta y graciosa. Se conocieron en 1830, cuando Larra solo llevaba un año casado con su mujer. Pepita sospechaba de las infidelidades de su marido y leyó una carta descubriendo una cita entre los dos amantes, por venganza remitió la carta al marido de Dolores. Es así como se acaban ambos matrimonios. El marido de Dolores se va a Filipinas a ocupar un alto cargo y ella decide retirarse de los chismes de Madrid. Primero en Extremadura y luego en Ávila. Dicen que él la siguió hasta ambos sitios aunque no se encontraron. No se sabe si volvieron a encontrarse después de sus viajes por Europa y su estancia en París. Lo que sí se sabe es que el 13 de febrero de 1837 Dolores escribe una nota a Larra y le anuncia que irá a visitarlo. Todo hace pensar que el escritor se ilusionó con la visita y quizás soñó una reconciliación. Lo cierto es que Dolores fue a la casa del periodista en la calle Santa Clara, cerca de la Plaza de Oriente, para pedirle todas las cartas que le había enviado para reunirse con su marido en Filipinas y salvar su matrimonio.

Es inútil preguntarse por qué se suicidó Larra. Desde meses atrás se repetían en sus artículos (auténticas confesiones de un hombre desesperado) alusiones a un posible deseo de quitarse la vida. “A Larra le dolía España y Dolores puso una pistola en sus manos”, aclara su familiar Jesús Miranda. Larra se metió un tiro en la cabeza, la bala penetró entre la oreja y la sien derecha, salió por encima de la sien izquierda, atravesó una puerta vidriera y se instaló en la pared. Y para ser más románticos aún también se dice que el mercante en el que Dolores se embarcó para iniciar una nueva vida junto a su marido no llegaría a Filipinas. El barco se hundiría a la altura de la costa de Buena Esperanza. No habría supervivientes. Pero son solo rumores.

lunes, 12 de abril de 2010

Otra vez Guti


De nuevo Guti. Y la canción podría titularse “La nota discordante”. Para variar, claro. Cuando todos hablan del partido que enfrentará al Madrid y al Barça este sábado, Guti quiere cobrar el protagonismo fuera del clásico porque sabe que en terreno de juego no lo tendrá.

Todo apunta a que el 14 del Madrid no será titular el sábado y, dos días antes del partido fundamental para salvar la temporada de su equipo, el centrocampista merengue hace unas declaraciones que ponen punto y final a su carrera en el club deportivo. Y lo hace cuando todos esperaban a Cristiano Ronaldo en la sala de prensa. De momento, parece que a la plantilla no le ha sentado muy bien esta entrevista. El portugués ya ha reprochado: “no es el momento para hablar de entradas ni de salidas”. Y es que como siempre Guti quiere llamar la atención.

Pero así es Guti, cuando José María levanta la cabeza, todos sabemos que algo va a ocurrir. Eso sí, tanto para lo malo como para lo bueno. A veces ángel y a veces demonio. Este es el carácter de un jugador cuanto menos controvertido. Guti llega a ser genial pero también ridículo. La cuestión es no dejar indiferente a nadie. Y es lo que ha conseguido con su buena nueva.

Odiado y amado a partes iguales. Tiene clase, potencia, toque, físico y visión de juego. La calidad de los mejores. Un gran talento natural que ha desaprovechado y no hay nada más triste que una aptitud malgastada. Guti ha sido luz y sombra cuando podría haber deslumbrado.

Pinceladas de maestro, pases imposibles y una técnica envidiable enfrentadas con un fuerte temperamento. Nunca ha sido un titular indiscutible pero ha sido imprescindible para muchos de los entrenadores que han pasado por el banquillo del Bernabéu. Guti hipnotiza con jugadas increíbles, taconazos de ficción, obras de arte en el campo y una gran brillantez.

Pero luego está el otro Guti. El que desconecta y se dedica a protestar o a autoexpulsarse de un partido. El que no se corta en sus declaraciones. El que se dedica a mandar a por florecillas a sus entrenadores. El que no tiene tapujos en decir que sale de fiesta. Y por último está el de hoy, el que no sabe cuál es su lugar y cuándo es el momento de decir las cosas. El que le ha impedido mantenerse en el equipo y convertirse en una verdadera estrella.

miércoles, 7 de abril de 2010

Cuando el río suena, agua lleva

En el evangelio leíamos: “El mal es lo que sale de la boca del hombre”. Quizás suene un poco excesivo, pero no debemos subestimar el poder de las palabras.

Las palabras tienen mucha fuerza. A golpe de sílabas se puede echar abajo aquello que tardamos tanto en construir. Las palabras son capaces de arruinar proyectos pero también son capaces de aportar esperanza y regenerarnos. La lengua es oportunidad de expresión, es manifestación de lo que somos o dejamos de ser. Cuando hablamos demasiado, exageramos o falseamos los hechos, las palabras pierden su eficacia. Las palabras tienen que expresar verdad si queremos que sean verdaderamente poderosas, si queremos que sean paz y sosiego. Manifestar verdad significa vivir en un mundo de firmeza y seguridad. Las mentiras desestabilizan y necesitan de otra mentira para poder sostenerse. La mentira destruye la confianza en la palabra.

La palabra es el punto de partida de todo lo que es humano. La relación entre el hombre y el mundo pasa siempre por la mediación de la palabra. Es la manera de nombrar la realidad. Las palabras son un puente entre nuestro interior y el exterior, las palabras comunican la conciencia.

Pero el poder de la palabra es tal, que tener la capacidad de manejarlas puede convertirnos en persuasores de la realidad. Las palabras son capaces de alterar, persuadir y manipular. Ante un mensaje cualquiera es conveniente interpretar lo que se dice, deducir lo que no se dice y averiguar la intención. Solo así podremos reducir la posibilidad de engaño.

Sin embargo, las palabras también tienen límites. Muchas veces nos creemos que a través de la palabra podemos cambiar el mundo. Pero como decía el filósofo Fernando Savater, no podemos ser libres por otro, no podemos cambiar el destino de otro si éste no se lo propone y nadie puede ser justo por otro si éste no se da cuenta que debe serlo.

Cuando el mar explota: volcanes submarinos

Los volcanes más productivos de la Tierra no se encuentran a simple vista, y es que no están sobre la superficie sino a más de 2000 metros bajo el mar. Los expertos estiman que las numerosas cordilleras que se levantan en el fondo de los océanos son responsables de la producción del 75 por ciento del magma expulsado cada año. La ira del Dios Vulcano también emerge bajo el agua.



Las principales investigaciones y avances respecto a los volcanes submarinos no tienen más de dos décadas, pero mucho antes otros ya habían imaginado su existencia. El genuino Julio Verne ya los adelantó en su novela “Veinte mil leguas de viaje submarino” de boca de su personaje, el doctor Pierre: “El cráter submarino expulsaba lava, pero no llamas. Las llamas necesitan el oxígeno del aire, y no pueden desarrollarse bajo las aguas; pero torrentes de lava, que tienen en ellas el principio de su incandescencia, pueden llegar al rojo blanco, luchar contra el elemento líquido y vaporizarse a su contacto. Rápidas corrientes arrastraban todos esos gases en difusión, y los torrentes lávicos deslizábanse por la ladera de la montaña, como las emanaciones del Vesubio por la Torre del Greco”.

Primeras imágenes de un volcán submarino

Hace apenas 3 meses, el 17 de diciembre del pasado año se grabó por primera vez un volcán submarino en plena erupción. Las imágenes tomadas a través de un robot submarino ofrecieron la visión de grandes borbotones de lava fundida en el lecho marino. Los sonidos de la erupción fueron grabados por un hidrófono y se incorporaron a la señal de vídeo. Se trataba del volcán West Mata, la erupción volcánica submarina más profunda conocida hasta la fecha. Se encuentra en el Pacífico, entre las islas Fiji, Tonga y Samoa a más de 1.220 metros de profundidad.



El volcán West Mata produce lavas de boninita, consideradas entre las más calientes que alcanzan la superficie en la Tierra en la actualidad, de una clase que antes sólo se había visto solidificada en volcanes extinguidos hace más de un millón de años.





El fenómeno

Los volcanes submarinos no son más que fisuras de la corteza de la tierra que están bajo el nivel del mar y al igual que los volcanes terrestres, pueden hacer erupción de tanto en tanto con magma caliente incluido. No están en cualquier lado sino precisamente en sitios donde las placas tienen movimiento, las llamadas dorsales oceánicas, y la mayor parte de ellos están bien sumergidos a cientos y cientos de metros así que si bien las erupciones las sentimos (se registran), verlas resulta muy complejo. De hecho no ha sido hasta la grabación de la erupción del West Mata cuando se han podido observar por primera vez.





La presencia de agua puede alterar considerablemente las características de una erupción volcánica. Por instantes, la conductividad termal del agua en aumento provoca que el magma se cristalice mucho más rápidamente que en una erupción terrestre. Además, la presión submarina puede superar en más de 250 veces las condiciones normales de presión. Ésta disminuye en una ebullición explosiva, resultado de la reacción explosiva entre el magma y el agua de mar.

Cuando volcanes como el Saint Helens de Estados Unidos o el Etna de Sicilia entran en erupción, cubren el cielo con una enorme columna de cenizas. Los volcanes submarinos escupen, en su lugar, masas de agua hirviendo.

Devastadores efectos

Normalmente, se encuentran a gran profundidad, aunque algunos se ubican más cerca del exterior, por lo que pueden ser capaces de expeler fuera del agua el material volcánico. Por ejemplo, el volcán submarino de Kolumbo, en el Mar Egeo, fue descubierto en 1650 por una erupción que provocó la muerte de 70 personas cerca de la isla de Santorini.

En ocasiones, la actividad volcánica submarina provoca el desplazamiento de grandes masas de agua en forma de una gran ola devastadora: un tsunami o maremoto. Cuando el tsunami (palabra japonesa derivada de tsu -puerto- y nami -ola-) alcanza la costa, puede arrasar ciudades enteras con gran violencia, ocasionando importantes pérdidas económicas y humanas. Las zonas más castigadas por estas olas gigantes son Japón y las islas Hawai, ambas en el Océano Pacífico.

Los más espectaculares

¿Y cuáles son los volcanes submarinos más espectaculares? El primer puesto se lo lleva el Tonga que hizo erupción en marzo pasado. Está en el Pacífico, al este de Australia, en la zona conocida como anillo de fuego del pacífico. La erupción del volcán ofreció increíbles imágenes de gigantescas nubes de humo grisáceo brotando del agua. Le sigue el volcán NW Rota, de 40 metros de alto y 300 de ancho. Sus primeras erupciones fueron detectadas en el año 2004. En tercer lugar, está el volcán Eldfell, en Islandia con 200 metros de altura, surgió en 1973 y sepultó la ciudad de Heimaey.


El cuarto puesto lo ocupa el volcán Morro Rock, en California, con 177 metros de altura y finalmente tenemos el volcán Molokni, en Hawaii, a 5 km de Maui, ideal para hacer buceo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Los secretos de un “ladrón en la ley” de la mafia rusa

Georgiano de 57 años y con pasaporte ruso. Kalashov es uno de los muchos millonarios rusos de dudoso pasado que se afincaron en España en los años noventa. Nadie les molestó durante muchos años. Vivían rodeados de lujo. No hace mucho tiempo Kalashov estaba considerado por centros de inteligencia (FBI y CIA entre otros) como uno de los siete principales jefes mafiosos en Rusia. Aproximadamente desde 2002, se consideró a Kalashov como el jefe de las de las distintas organizaciones criminales georgianas y de las trasladadas a Rusia. Estas redes generaban importantes cantidades de dinero cometiendo distintos delitos como “ladrón en la ley”. Este es el “código de honor” que les obliga a dedicar toda su vida al crimen.

En mayo de 2006 Kalashov fue detenido en Dubai en la llamada operación “Avispa” coordinada por el juez Fernando Andreu. En diciembre del año pasado se juzgaba a este “capo” ruso. Sin embargo, no por sus antecedentes en actividades criminales como extorsión, el asesinato o el tráfico de armas. Kalashov estaba sentado en la Audiencia Nacional acusado de haber blanqueado una cantidad que el fiscal evaluó en 7,5 millones de euros. Kalashov disfrutaba en España de temporadas de descanso en localidades de playa. Como ha sucedido en otros casos, no es por el delito más grave por el que un delincuente acaba en la cárcel.

Libertad bajo fianza

El pasado 2 de marzo, la Sección Segunda le dejó en libertad bajo fianza de 300.000 euros en vista del “tiempo que lleva privado de libertad” y del “estado de deliberación de la sentencia”. Varias fiscalías europeas están pendientes de su resultado. Jefes policiales de Rusia, Georgia e Israel han declinado su presencia en el juicio por miedo. Así lo expresa un correo electrónico del Ministerio del Interior georgiano: “La participación de nuestros representantes en el juicio planeado en España puede poner bajo amenaza tanto a nuestros colegas como a los miembros de sus familias dentro del territorio de Georgia, así como en el extranjero”.

A lo largo del juicio se evidenció como actúa un jefe de la mafia rusa, cómo ejerce su poder y disfruta del lujo sin que aparezca nada a su nombre. Un “ladrón en la ley” es alguien muy respetado que no toca el dinero, no tiene cuentas ni firma cheques y no posee propiedades. Siempre hay alguien que representa sus intereses.

Su puesta en libertad, a la espera de la sentencia por blanqueo, fue acogida con enorme satisfacción entre los miembros de su red, que en las escuchas a las que fueron sometidos se mostraban convencidos de que ahora acabaría con los hombres de su máximo enemigo, Tariel Oniani. Este era otro de los “ladrón en la ley” al que los propios mafiosos señalan como autor del asesinato de Ivankov, jefe de la rama georgiana de la mafia.

Kalashov y Shushanashvili

La madrugada del 15 de marzo, días después de la puesta en libertad bajo fianza de Kalashov, un total de 69 personas fueron detenidas fueron detenidas en varios países europeos en una operación –Java- contra la mafia georgiana encabezada por España, donde fueron detenidos 24 individuos. Estas personas parecían simples ladrones, pero también son personas dispuestas a matar si es necesario o si se lo piden por encargo. Pero lo más esencial de esta detención es su organización trasnacional y su presunta obediencia a Kalashov, al que rendían cuentas, según el comisario Eloy Quirós.

“Caja de los ladrones”

Los dirigentes detenidos en Barcelona, Valencia, Guadalajara y Getxo eran los encargados de dar instrucciones y supervisar las actividades de los jefes de la banda en los diferentes países, así como de reunir el dinero conseguido en una caja común denominada “Obschak” (la “caja de los ladrones”, en ruso). En esta caja se ingresaban cantidades multimillonarias procedentes de las actividades delictivas de los distintos grupos que formaban la red. Y lo más curioso, un control tan férreo que ninguna otra familia mafiosa podía trabajar sin su consentimiento y previo pago de ciertas “cuotas” en las “Cajas de recaudación”. Todo lo obtenido se invertía en España en empresas de paquetería y otros negocios menores, según los investigadores. Es por esa razón por la que Grande-Marlaska les imputa delitos de mayor importancia.

Entre los detenidos se encontraba Khaber Shushanashvili, jefe en Europa del grupo y hermano de Lasha Shushanashvili, alias “el Gordo” al que se considera jefe en todo el mundo de la organización tras convertirse en el relevo de Kalashov. Sin embargo, Lasha, padrino de un hijo de Kalashkov, no puedo ser detenido en el operativo en el que fueron detenidos los 69 individuos. Esta persona se encontraba en Grecia, pero a última hora no fue encontrado por los agentes griegos.

El disgusto de los investigadores

La operación se investigaba desde hace meses. Entre los investigadores cundía el disgusto por las decisiones adoptadas por los jueces en los últimos meses a la hora de liberar a los responsables de las dos mayores operaciones contra las mafias rusas en España, tras el pago de fianzas. “Habíamos conseguido un gran prestigio en Europa con nuestras operaciones contra las mafias rusas y estas decisiones han tirado por el suelo parte del trabajo”, interpretan fuentes de la fiscalía. Además, consideran que hay riesgo de que alguno de los liberados pueda abandonar España.

Kalashov fue considerado desde el principio como la primera gran detención de un ciudadano vinculado a las organizaciones criminales rusas. Y su puesta en libertad cayó como un jarro de agua fría entre los investigadores.

Una mafia no común

Explicar lo qué es la mafia rusa no es una tarea sencilla. De las investigaciones recientes se revela que son asociaciones ilícitas que operan bajo los patrones de la nueva delincuencia organizada en Europa: movilidad en el continente, discreción en el nido, multitud de delitos y un poderoso engranaje de recuperación de dinero lavado invirtiéndolo en negocios legales.

La mafia rusa no es una banda o una suma de bandas. No es una organización cerrada con un jefe, un contable y unos matones. Es muy difícil saber dónde empieza y dónde acaba cada organización, quién es el qué manda y sobre quién.

Su origen tampoco es claro, primero fueron delincuentes de la época soviética, bandas formadas en los barrios de grandes ciudades que actuaban en el mercado negro. Luego fueron colaboradores de dirigentes del partido y después se convirtieron en empresarios beneficiados por la privatización.

Es un amasijo de georgianos, armenios, lituanos o rusos. La URSS se desmembró en varias naciones. Pero no la mafia rusa. Si algo une a todos estos países en la actualidad más allá de sus contiendas políticas, es la mafia. Estas organizaciones se nutren de los dos poderes con mayor proyección internacional: el aparato político y financiero ruso.