miércoles, 24 de marzo de 2010

Los secretos de un “ladrón en la ley” de la mafia rusa

Georgiano de 57 años y con pasaporte ruso. Kalashov es uno de los muchos millonarios rusos de dudoso pasado que se afincaron en España en los años noventa. Nadie les molestó durante muchos años. Vivían rodeados de lujo. No hace mucho tiempo Kalashov estaba considerado por centros de inteligencia (FBI y CIA entre otros) como uno de los siete principales jefes mafiosos en Rusia. Aproximadamente desde 2002, se consideró a Kalashov como el jefe de las de las distintas organizaciones criminales georgianas y de las trasladadas a Rusia. Estas redes generaban importantes cantidades de dinero cometiendo distintos delitos como “ladrón en la ley”. Este es el “código de honor” que les obliga a dedicar toda su vida al crimen.

En mayo de 2006 Kalashov fue detenido en Dubai en la llamada operación “Avispa” coordinada por el juez Fernando Andreu. En diciembre del año pasado se juzgaba a este “capo” ruso. Sin embargo, no por sus antecedentes en actividades criminales como extorsión, el asesinato o el tráfico de armas. Kalashov estaba sentado en la Audiencia Nacional acusado de haber blanqueado una cantidad que el fiscal evaluó en 7,5 millones de euros. Kalashov disfrutaba en España de temporadas de descanso en localidades de playa. Como ha sucedido en otros casos, no es por el delito más grave por el que un delincuente acaba en la cárcel.

Libertad bajo fianza

El pasado 2 de marzo, la Sección Segunda le dejó en libertad bajo fianza de 300.000 euros en vista del “tiempo que lleva privado de libertad” y del “estado de deliberación de la sentencia”. Varias fiscalías europeas están pendientes de su resultado. Jefes policiales de Rusia, Georgia e Israel han declinado su presencia en el juicio por miedo. Así lo expresa un correo electrónico del Ministerio del Interior georgiano: “La participación de nuestros representantes en el juicio planeado en España puede poner bajo amenaza tanto a nuestros colegas como a los miembros de sus familias dentro del territorio de Georgia, así como en el extranjero”.

A lo largo del juicio se evidenció como actúa un jefe de la mafia rusa, cómo ejerce su poder y disfruta del lujo sin que aparezca nada a su nombre. Un “ladrón en la ley” es alguien muy respetado que no toca el dinero, no tiene cuentas ni firma cheques y no posee propiedades. Siempre hay alguien que representa sus intereses.

Su puesta en libertad, a la espera de la sentencia por blanqueo, fue acogida con enorme satisfacción entre los miembros de su red, que en las escuchas a las que fueron sometidos se mostraban convencidos de que ahora acabaría con los hombres de su máximo enemigo, Tariel Oniani. Este era otro de los “ladrón en la ley” al que los propios mafiosos señalan como autor del asesinato de Ivankov, jefe de la rama georgiana de la mafia.

Kalashov y Shushanashvili

La madrugada del 15 de marzo, días después de la puesta en libertad bajo fianza de Kalashov, un total de 69 personas fueron detenidas fueron detenidas en varios países europeos en una operación –Java- contra la mafia georgiana encabezada por España, donde fueron detenidos 24 individuos. Estas personas parecían simples ladrones, pero también son personas dispuestas a matar si es necesario o si se lo piden por encargo. Pero lo más esencial de esta detención es su organización trasnacional y su presunta obediencia a Kalashov, al que rendían cuentas, según el comisario Eloy Quirós.

“Caja de los ladrones”

Los dirigentes detenidos en Barcelona, Valencia, Guadalajara y Getxo eran los encargados de dar instrucciones y supervisar las actividades de los jefes de la banda en los diferentes países, así como de reunir el dinero conseguido en una caja común denominada “Obschak” (la “caja de los ladrones”, en ruso). En esta caja se ingresaban cantidades multimillonarias procedentes de las actividades delictivas de los distintos grupos que formaban la red. Y lo más curioso, un control tan férreo que ninguna otra familia mafiosa podía trabajar sin su consentimiento y previo pago de ciertas “cuotas” en las “Cajas de recaudación”. Todo lo obtenido se invertía en España en empresas de paquetería y otros negocios menores, según los investigadores. Es por esa razón por la que Grande-Marlaska les imputa delitos de mayor importancia.

Entre los detenidos se encontraba Khaber Shushanashvili, jefe en Europa del grupo y hermano de Lasha Shushanashvili, alias “el Gordo” al que se considera jefe en todo el mundo de la organización tras convertirse en el relevo de Kalashov. Sin embargo, Lasha, padrino de un hijo de Kalashkov, no puedo ser detenido en el operativo en el que fueron detenidos los 69 individuos. Esta persona se encontraba en Grecia, pero a última hora no fue encontrado por los agentes griegos.

El disgusto de los investigadores

La operación se investigaba desde hace meses. Entre los investigadores cundía el disgusto por las decisiones adoptadas por los jueces en los últimos meses a la hora de liberar a los responsables de las dos mayores operaciones contra las mafias rusas en España, tras el pago de fianzas. “Habíamos conseguido un gran prestigio en Europa con nuestras operaciones contra las mafias rusas y estas decisiones han tirado por el suelo parte del trabajo”, interpretan fuentes de la fiscalía. Además, consideran que hay riesgo de que alguno de los liberados pueda abandonar España.

Kalashov fue considerado desde el principio como la primera gran detención de un ciudadano vinculado a las organizaciones criminales rusas. Y su puesta en libertad cayó como un jarro de agua fría entre los investigadores.

Una mafia no común

Explicar lo qué es la mafia rusa no es una tarea sencilla. De las investigaciones recientes se revela que son asociaciones ilícitas que operan bajo los patrones de la nueva delincuencia organizada en Europa: movilidad en el continente, discreción en el nido, multitud de delitos y un poderoso engranaje de recuperación de dinero lavado invirtiéndolo en negocios legales.

La mafia rusa no es una banda o una suma de bandas. No es una organización cerrada con un jefe, un contable y unos matones. Es muy difícil saber dónde empieza y dónde acaba cada organización, quién es el qué manda y sobre quién.

Su origen tampoco es claro, primero fueron delincuentes de la época soviética, bandas formadas en los barrios de grandes ciudades que actuaban en el mercado negro. Luego fueron colaboradores de dirigentes del partido y después se convirtieron en empresarios beneficiados por la privatización.

Es un amasijo de georgianos, armenios, lituanos o rusos. La URSS se desmembró en varias naciones. Pero no la mafia rusa. Si algo une a todos estos países en la actualidad más allá de sus contiendas políticas, es la mafia. Estas organizaciones se nutren de los dos poderes con mayor proyección internacional: el aparato político y financiero ruso.

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