miércoles, 24 de marzo de 2010

Los secretos de un “ladrón en la ley” de la mafia rusa

Georgiano de 57 años y con pasaporte ruso. Kalashov es uno de los muchos millonarios rusos de dudoso pasado que se afincaron en España en los años noventa. Nadie les molestó durante muchos años. Vivían rodeados de lujo. No hace mucho tiempo Kalashov estaba considerado por centros de inteligencia (FBI y CIA entre otros) como uno de los siete principales jefes mafiosos en Rusia. Aproximadamente desde 2002, se consideró a Kalashov como el jefe de las de las distintas organizaciones criminales georgianas y de las trasladadas a Rusia. Estas redes generaban importantes cantidades de dinero cometiendo distintos delitos como “ladrón en la ley”. Este es el “código de honor” que les obliga a dedicar toda su vida al crimen.

En mayo de 2006 Kalashov fue detenido en Dubai en la llamada operación “Avispa” coordinada por el juez Fernando Andreu. En diciembre del año pasado se juzgaba a este “capo” ruso. Sin embargo, no por sus antecedentes en actividades criminales como extorsión, el asesinato o el tráfico de armas. Kalashov estaba sentado en la Audiencia Nacional acusado de haber blanqueado una cantidad que el fiscal evaluó en 7,5 millones de euros. Kalashov disfrutaba en España de temporadas de descanso en localidades de playa. Como ha sucedido en otros casos, no es por el delito más grave por el que un delincuente acaba en la cárcel.

Libertad bajo fianza

El pasado 2 de marzo, la Sección Segunda le dejó en libertad bajo fianza de 300.000 euros en vista del “tiempo que lleva privado de libertad” y del “estado de deliberación de la sentencia”. Varias fiscalías europeas están pendientes de su resultado. Jefes policiales de Rusia, Georgia e Israel han declinado su presencia en el juicio por miedo. Así lo expresa un correo electrónico del Ministerio del Interior georgiano: “La participación de nuestros representantes en el juicio planeado en España puede poner bajo amenaza tanto a nuestros colegas como a los miembros de sus familias dentro del territorio de Georgia, así como en el extranjero”.

A lo largo del juicio se evidenció como actúa un jefe de la mafia rusa, cómo ejerce su poder y disfruta del lujo sin que aparezca nada a su nombre. Un “ladrón en la ley” es alguien muy respetado que no toca el dinero, no tiene cuentas ni firma cheques y no posee propiedades. Siempre hay alguien que representa sus intereses.

Su puesta en libertad, a la espera de la sentencia por blanqueo, fue acogida con enorme satisfacción entre los miembros de su red, que en las escuchas a las que fueron sometidos se mostraban convencidos de que ahora acabaría con los hombres de su máximo enemigo, Tariel Oniani. Este era otro de los “ladrón en la ley” al que los propios mafiosos señalan como autor del asesinato de Ivankov, jefe de la rama georgiana de la mafia.

Kalashov y Shushanashvili

La madrugada del 15 de marzo, días después de la puesta en libertad bajo fianza de Kalashov, un total de 69 personas fueron detenidas fueron detenidas en varios países europeos en una operación –Java- contra la mafia georgiana encabezada por España, donde fueron detenidos 24 individuos. Estas personas parecían simples ladrones, pero también son personas dispuestas a matar si es necesario o si se lo piden por encargo. Pero lo más esencial de esta detención es su organización trasnacional y su presunta obediencia a Kalashov, al que rendían cuentas, según el comisario Eloy Quirós.

“Caja de los ladrones”

Los dirigentes detenidos en Barcelona, Valencia, Guadalajara y Getxo eran los encargados de dar instrucciones y supervisar las actividades de los jefes de la banda en los diferentes países, así como de reunir el dinero conseguido en una caja común denominada “Obschak” (la “caja de los ladrones”, en ruso). En esta caja se ingresaban cantidades multimillonarias procedentes de las actividades delictivas de los distintos grupos que formaban la red. Y lo más curioso, un control tan férreo que ninguna otra familia mafiosa podía trabajar sin su consentimiento y previo pago de ciertas “cuotas” en las “Cajas de recaudación”. Todo lo obtenido se invertía en España en empresas de paquetería y otros negocios menores, según los investigadores. Es por esa razón por la que Grande-Marlaska les imputa delitos de mayor importancia.

Entre los detenidos se encontraba Khaber Shushanashvili, jefe en Europa del grupo y hermano de Lasha Shushanashvili, alias “el Gordo” al que se considera jefe en todo el mundo de la organización tras convertirse en el relevo de Kalashov. Sin embargo, Lasha, padrino de un hijo de Kalashkov, no puedo ser detenido en el operativo en el que fueron detenidos los 69 individuos. Esta persona se encontraba en Grecia, pero a última hora no fue encontrado por los agentes griegos.

El disgusto de los investigadores

La operación se investigaba desde hace meses. Entre los investigadores cundía el disgusto por las decisiones adoptadas por los jueces en los últimos meses a la hora de liberar a los responsables de las dos mayores operaciones contra las mafias rusas en España, tras el pago de fianzas. “Habíamos conseguido un gran prestigio en Europa con nuestras operaciones contra las mafias rusas y estas decisiones han tirado por el suelo parte del trabajo”, interpretan fuentes de la fiscalía. Además, consideran que hay riesgo de que alguno de los liberados pueda abandonar España.

Kalashov fue considerado desde el principio como la primera gran detención de un ciudadano vinculado a las organizaciones criminales rusas. Y su puesta en libertad cayó como un jarro de agua fría entre los investigadores.

Una mafia no común

Explicar lo qué es la mafia rusa no es una tarea sencilla. De las investigaciones recientes se revela que son asociaciones ilícitas que operan bajo los patrones de la nueva delincuencia organizada en Europa: movilidad en el continente, discreción en el nido, multitud de delitos y un poderoso engranaje de recuperación de dinero lavado invirtiéndolo en negocios legales.

La mafia rusa no es una banda o una suma de bandas. No es una organización cerrada con un jefe, un contable y unos matones. Es muy difícil saber dónde empieza y dónde acaba cada organización, quién es el qué manda y sobre quién.

Su origen tampoco es claro, primero fueron delincuentes de la época soviética, bandas formadas en los barrios de grandes ciudades que actuaban en el mercado negro. Luego fueron colaboradores de dirigentes del partido y después se convirtieron en empresarios beneficiados por la privatización.

Es un amasijo de georgianos, armenios, lituanos o rusos. La URSS se desmembró en varias naciones. Pero no la mafia rusa. Si algo une a todos estos países en la actualidad más allá de sus contiendas políticas, es la mafia. Estas organizaciones se nutren de los dos poderes con mayor proyección internacional: el aparato político y financiero ruso.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Quiero ser un plumilla


Decía Gabriel García Márquez que el periodismo es el mejor oficio del mundo. Y yo le creí. Pero de un tiempo aquí empiezo a plantearme si me mintió. ¿Qué ha cambiado desde que García Márquez dijera esto hasta hoy? ¿Es que el periodismo de “nerviosismo”, de “base cultural”, de “lectura” o “vocación” ya no existe?

Después de asistir al XI Congreso de Periodismo Digital en Huesca no me siento capaz de retomar mi fe. Al finalizar estas charlas entre “apocalípticos e integrados”, como titulaba el libro de Umberto Eco, no sé si el periodismo será el mejor oficio del mundo, lo único que me queda claro es que es el más “reinventado”. Quizás me equivocara de profesión, los médicos y abogados no duermen mal todas las noches pensando que tienen que reinventarse o su profesión dejará de existir. Yo creía que el periodismo era lo más bonito del mundo, pero desde que me quita el sueño y no me da de comer empiezo a dudarlo.

Desde luego los nombres de las ponencias no eran alentadores: “¿Desaparecerá el periodismo?” o “Sucesos: una especie en extinción”. Parecía que todo el Congreso fuese un juego delirante que consistía en matar para luego resucitar a un ser etéreo, el periodismo. Así se desarrolló el congreso, al más puro estilo homérico.

De un lado las posturas apocalípticas. Como las de la primera ponencia, sí, la que podía dar lugar a posturas agoreras “¿Desaparecerá el periodismo?” y, agoreras no lo sé, pero un poco pesimistas fueron. O al menos, farragosas. “Si los medios dejan de ser rentables se pone en entredicho la posibilidad de poder dedicarle a los temas el tiempo suficiente y poder estar en los sitios, poder desplazarse; el modelo Newyorker es el ideal, pero…”, decía Alfonso Armada. “Cuando yo empecé te ponían mala cara cuando querías hacer un reportaje en Badalona porque había que comer fuera, necesitabas taxis… Hasta los 70 no se superó eso, pero la gente joven ha vuelto a la miseria de antes de los 70. La gente se queja de que el periodista levante la voz, ¡cómo la van a levantar por 800 euros si cuando lo hace se arriesga a que le echen!”, añadía Josep Martín. El sabor de boca que se le queda a una después de escuchar estas declaraciones es que estos “gurús” del periodismo están al tanto de cual es mal, pero saben que, por las condiciones actuales y el contexto económico, es imposible arrancarlo de raíz. Es un círculo vicioso, tenemos la solución: “Los periódicos tienen que recuperar el análisis y los reportajes”, explicaba Ramón Lobo; pero no podemos aplicarla: “En España parece que hay interesados en deformar las mentes lectoras, formar lectores más dóciles y menos críticos”, sentenciaba Alfonso Armada.

Definitivamente estos veteranos no sacaron de la chistera el medio para abandonar la precariedad de la profesión. Tampoco hubo suerte con el “El periodista integrado”. En esta ponencia directores y subdirectores de ediciones digitales de importantes medios tampoco nos sacaron de dudas. ¿Son las redacciones integradas la solución al periodismo? Pues no lo tienen claro, pero habrá que intentarlo.

Un poco ridículo o exagerado era el despliegue de artilugios tecnológicos y herramientas, programas o aplicaciones para hacer un “periodismo digital”. Parecíamos recién llegados de la escuela de informática y no de la de periodismo. Desde este punto de vista, parece que nosotros fuéramos culpables de que el periodismo del que hablaba García Márquez haya desaparecido. Entre tanta tecnología y Twitter por todas partes eran de agradecer las palabras que ponían un puntito en la boca a más de uno. Joao Pina, fotoperiodista, dejó claro que más allá de la técnica lo más importante es ganarse la confianza de la gente, con la que realiza un maravilloso trabajo, por cierto.

Y es que hubo un momento en que parecía que la voz cantante del periodismo no era el tradicional sino el digital, como se atrevió a decir Ramón Lobo: “Internet va a salvar al papel”. ¡Pamplinas! Parecía que para ser periodista lo esencial era saber manejar Twitter, saber editar videos o tener blogs donde colgar cualquier cosa. El mensaje era claro: o tenías Twitter y un Blog o estabas muerto. Al menos esa fue la impresión que tuvo Monserrat Domínguez y que fue compartida por muchos: “¿Estoy viva? No tengo Blog, no tengo Twitter, no tengo e-book y llevo años tratando de escuchar la radio desde mi Mac”. Parecía que en aquel arsenal tecnológico sacar un boli y una libreta era un sacrilegio. Parecía que cuando Monserrat sacó un recorte de periódico muchos estuvieran a punto de exclamar: “Oh, no, debería haber hecho un power point con el enlace de la noticia que quiere mostrar”.

“Querría saber quién os ha dicho que el periodismo ha muerto” exclamó dirigiéndose hacia un auditorio lleno de jóvenes estudiantes o recién licenciados. “Para ejercer se necesita algo más que ser capaz de contar algo que ocurre de buenas a primeras”, aseguró refiriéndose a las retrasmisiones del Congreso a través de Twitter. “Sois los protagonistas de una nueva época. El periodismo será lo que vosotros queráis hacer de él. Nada puede cambiar la intuición, el tesón, la curiosidad, el criterio….Eso es indiscutible”. Por fin algo que me hace retirar mi rostro de la pantalla. Los ordenadores, los twitters y los blogs están ahí, pero no nos perdamos en ellos y rescatemos el periodismo de “nerviosismo”, de “base cultural”, de “lectura” o “vocación” del que hablaba García Márquez, hagamos que nuestro oficio vuelva ser el mejor del mundo.

martes, 9 de marzo de 2010

Desde el corazón (de Italia), Siena


Siena tiene un color especial. Y no es la letra de ninguna canción ensalzadora de la ciudad. Los tonos ocres que pintan la ciudad han dado nombre a un color, el Siena. No hace falta más que dar un paseo por sus calles para darse cuenta. Ya no solo hablando de tonos sino de la magia que desprende la ciudad. Al recorrer sus calles parece que estés en medio de un cuento o que hayas retrocedido en el tiempo. No es de extrañar, esta ciudad conserva el aspecto medieval que adquirió en los siglos XIII y XIV.

Situada en plena campiña de la Toscana, en el centro de Italia, Siena, con su arquitectura medieval perfectamente conservada, es en sí misma una obra de arte capaz de cautivar a cualquiera. El centro histórico de Siena es, desde 1995, Patrimonio de la Humanidad. Y es que tiene una serie de joyas arquitectónicas dignas de admirar, como el Duomo. Pero sin lugar a duda, a la cabeza está la Plaza del Campo. Única en el mundo por su forma cóncava, esta plaza invita a los forasteros a cumplir aquello de “Donde fueras, haz lo que vieras”. A la luz y el calor de los rayos de sol el lugar se llena de gente que se sienta a su alrededor convirtiéndose en el centro social y punto de encuentro de toda la ciudad. Para los que la conocen no hay nada mejor que sentarse en esta plaza y tomarse un helado sienés (con la fama de ser los mejores de toda Italia) o un trozo de Pizza, que sin duda sabrá a gloria.

La ciudad tiene poco menos de 55.000 habitantes y se calcula que más de 20.000 son estudiantes que vienen de todas partes de Italia a estudiar en su famosa Universidad (que data del año 1240), una de las más importantes de Italia. Siena además, se llena de estudiantes Erasmus cada año, unos 300, de los que más de 250 son españoles. Por lo que escuchar hablar español entre sus calles, es algo común. Cada año la historia se repite, cafés en el “Balcone”, bailes en garitos como “Barone Rosso”, cenas en el “Nonno Mede” o escandalosas fiestas en los pisos de estudiantes.

Siena se disfraza de Edad Media

Pero si algo de verdad caracteriza a esta “piccola città” es, sin duda, el Palio. Durante todo el año esta ciudad se prepara para la fiesta del Palio. Hay quien dice que en Siena se vive por y para el Palio. Dos veces al año la ciudad se disfraza de Edad Media. Se trata de una carrera de caballos por la que la ciudad vive enfrentada el resto del año. Siena está dividida en “Contradas” donde cada barrio adquiere el nombre normalmente de un animal y tiene unos colores, una bandera y un escudo que la caracteriza. Los participantes deben dar tres vueltas a la Plaza del Palio y el ganador será el caballo que llegue primero (con jinete o sin él). Es impresionante ver como la plaza se llena de gente, se calcula que más de 70.000 personas, lo que equivale al 130 por ciento de la ciudad.

domingo, 7 de marzo de 2010

"He criado a todos los niños de Chamberí"

Natividad Román, a la que todos conocen como Nati, puede presumir de haber educado a medio Chamberí. Nati fundó hace más de 30 años la Escuela Infantil Olavide, la primera guardería que se formó en Chamberí. Comprometida y tenaz, también colabora con partidos políticos y con las asociaciones de vecinos del distrito.

Llegó a Chamberí en el año 69, cuando aún quedaban algunos años de dictadura. Venía de Cáceres, una ciudad de provincia que la ahogaba y que tenía “un aire viciado por la represión”. Estudió magisterio en la universidad cacereña pero sus inquietudes iban más allá. Vino a Madrid a estudiar Filosofía y Letras, la especialidad de psicología.

Aquí vivió en el barrio de Chamberí, un barrio al que le debe “todo”. Se afincó en la calle Francisco de Rojas en Madrid, en lo que antiguamente era un colegio mayor. Nada más poner un pie en Chamberí pensó que esto era “la maravilla de las maravillas” y que ya nadie la iba a mover de ahí. “Y no me equivoqué, en este barrio soy la mujer más feliz del mundo”, dice Nati.

Trabajó de maestra mientras estudiaba la carrera y cuando terminó empezó a trabajar de psicóloga en una agencia de seguros. Tuvo la oportunidad de visitar una guardería en Moratalaz, se llamaba “Vida”. Quedó maravillada. Desde entonces se empeñó en poner su propia guardería y empezó a ahorrar. Finalmente, en el año 78, cuando tuvo el capital suficiente, montó La Escuela Infantil Olavide, en la madrileña plaza de Olavide, que presume de ser la más antigua del barrio.

Una forma de vida

Para ella su escuela no es un negocio, es una forma de vida, es una manera de ganarse la vida haciendo lo que le gusta. “Me gusta porque he criado a todos los niños de Chamberí, por aquí han pasado cientos de niños”, explica.

La suya es una guardería de barrio y familiar, donde van los hermanos y hasta los hijos de sus antiguos alumnos. Su escuela presta además, un gabinete psicológico no sólo para los niños, sino para todo su entorno familiar. “Nosotros lo queremos es que el niño que está en la escuela sea feliz y a él le afecta todo lo que rodea”, afirma Natividad. Su gabinete está abierto para todas las personas que hayan tenido relación con la escuela. “Un niño que ha pasado por la escuela tiene garantizado servicio psicológico gratis mientras viva”, apunta.

Natividad hace que su escuela fomente la participación y la convivencia de los vecinos. Esta psicóloga y empresaria es una persona muy implicada socialmente y lo demuestra con su empeño en aunar a la gente del barrio. “Organizamos jornadas con los niños y los padres en la plaza, los vecinos participan con nosotros”, revela.

Militante del Partido Comunista

Pero su contacto con el barrio no queda solo aquí, además de ser maestra y psicóloga de los niños y su entorno familiar, colabora como psicólogo con las asociaciones de vecinos y con el Partido Comunista del barrio. Nati confiesa que la militancia política es lo que más le gusta. Para ella, el ser una persona de izquierdas, le ayudó a saber lo que era bueno y lo que era malo y le permitió aplicarlo en su trabajo e involucrarse con el barrio. “Gracias a ello tengo la conciencia para ser más buena en mi trabajo”, aclara. Se considera combativa y una defensora acérrima de la democracia y cuenta que participó en las primeras reuniones de lucha vecinal. “Yo soy del Partido Comunista y no lo oculto, todo el mundo que va a la escuela sabe que yo milito. Pero he de decir que aunque este barrio sea tradicionalmente de derechas nunca me he sentido rechazada. No como en Cáceres, la gente de derechas en Madrid son más respetuosos y tienen una cultura mucho más grande que la de ciudades más pequeñas”.

Nati se siente muy orgullosa de su barrio y lo tilda de amable, abierto, espléndido para ayudar a la gente y muy solidario.

“Yo le estoy muy agradecida a este barrio, me siento mas madrileña que extremeña. Todas las cosas que me han pasado buenas me han pasado en Chamberí: los buenos amigos, la gente que trabaja a mí alrededor… Me siento como si estuviera en el pueblo mas pequeño del mundo, todos nos queremos, todos nos conocemos, nos contamos nuestros problemas y nos intentamos ayudar. Es un barrio que por cualquier sitio q vayas te vas a encontrar a gente castiza, noble, cordial, afectuosa y amable”.

lunes, 1 de marzo de 2010

Hablando de Chamberí


En Chamberí nació Largo Caballero y también vivió una de las beatas más queridas del santoral madrileño, Santa María Soledad. Era el Chamberí de mediados del diecinueve. El barrio al que se acercaba Fortunata a resolver viejas historias de amor. El barrio en el que coexistían fábricas de gaseosa, tejares y talleres de cerrajería. El barrio de tabernas mugrientas del Madrid de Baroja. Hoy Chamberí es uno de los barrios más castizos y prestigiosos de la ciudad


Una reina que se muere de nostalgia y una cantante y actriz se disputan el haberle dado el nombre al barrio de Chamberí. Para algunos el nombre es un honor a la reina María Luisa Gabriela de Saboya, esposa de Felipe V. Recién llegada de Francia a esta reina le gustaba pasear por esta zona con la sierra de Guadarrama al fondo porque le recordaba a su tierra natal, Chambèry. Para otros el nombre viene de la finca Chambèry, un regalo que le hizo un admirador saboyano a Benita Moreno, una actriz y cantante de cierta fama a principios del siglo XIX. Pero por muy francés que resulte el nombre, nacer en Chamberí es ser madrileño de pura cepa.

Según cuenta la historia Chamberí fue, más allá de la Edad Media, un lugar habitado por los Caballeros Templarios y quizás por la masonería. Leyendas al margen, lo que sí es cierto es que esta zona fue un lugar con mucha vegetación y muchos bosques que eran utilizados por los miembros de la Corte para sus cacerías.


Por la presión demográfica se empiezan a talar los bosques convirtiéndolos en dehesas y después en tierras de secano.


En el año 1625 el rey Felipe IV, mandó construir un muro alrededor de Madrid, y los terrenos denominados de Chamberí se quedaron a las afueras. Los madrileños se vieron obligados a tener que trepar el muro para entrar y salir y llegaron a tener tanta destreza como si se tratara de gatos. Desde entonces a los lugareños se les llama “Gatos”.


A finales del siglo XVIII las huertas agrícolas pierden importancia y empiezan aparecer las primeras industrias, especialmente de ladrillos y tejas. Así se va asentando una población de muy pocos recursos que fue construyendo sus casas sin ningún plan urbanístico. Fruto de la actividad de unos y otros, es cuando comienza la historia de Chamberí. Poco a poco van desapareciendo los tejares y las actividades molestas y se va convirtiendo en un barrio residencial donde las casas humildes de los obreros se juntan con los edificios lujosos de personas de alta posición social. Son las dos caras de Chamberí. En los sótanos y bohardillas se alojaban trabajadores. En los pisos principales comerciantes y burgueses. En los exteriores gente capaz de pagar alquileres más elevados. En las corralas y traseras los más humildes. Aunque con enormes cambios aún pervive un cierto parecido.


Orgullo de ser de Chamberí


En la actualidad el barrio cuenta con una población cercana a los 165.000 habitantes, más que ciudades como Ávila o Palencia. Entre sus habitantes abundan los jubilados, los estudiantes y mucha gente de clase media contentísima de los precios que han logrado alcanzar sus propiedades. Personas del mundo del cine, profesores de facultad y hasta una pequeña colonia judía con su sinagoga. Pero todos ellos tienen algo en común, vivir en lo más parecido al paraíso en la ciudad. Y se muestran orgullosos.


Colegios religiosos de alto copete como el de las Damas Negras, ilustre y francesa orden religiosa. Museos como el de Sorolla altamente recomendables e instituciones tan importantes como el Defensor del Pueblo. Embajadas de diseño como la del Reino Unido y Dinamarca. Hitos arquitectónicos tan señalados como las oficinas principales de Bankinter. Instituciones culturales de primera fila como el Consejo Británico o el Instituto Goethe. Y sedes políticas como la del Partido Popular. Un paisaje urbano y comercial bien dotado. Y un rebullir de gentes desde las calles más cercanas a Santa Engracia hasta el las silenciosas calles próximas a la Castellana.

Son muchos los rincones de Chamberí. Fruterías de alta calidad como la de los mieleros de Álvarez de Castro. Bares y restaurantes para todos los bolsillos. Jugueterías tradicionales como el Bazar de Chamberí, de esas que venden caballos balancines. Y tiendas de toda la vida como Confecciones Herranz, Hermida Joyeros y Rafael Zapaterías que conservan su sitio ante la presión de los numerosos comercios de chinos que comienzan hacerse con el barrio.


La estación fantasma de Chamberí


Por tener, este barrio tiene hasta una estación de metro fantasma. La estación de Chamberí pertenecía a la línea 1 y dejó de funcionar en 1966. Pese a ello, los trenes pasan por la estación sin parar, y hay quienes aseguran que todavía hay actividad sumergida. La estación hecha museo en 2008, conservaba todo el sabor de antaño, grandes mosaicos de cerámica en suelos y paredes y anuncios de la época. La cerraron repentinamente sin recoger nada y sin previo aviso. ¿Había sucedido “algo” en la estación para que se tapiara con tanta prisa? Esto creyeron los vecinos del barrio, que aún la siguen llamando la estación fantasma.


Barrio estrella


Chamberí fue el barrio, entre muchos otros, del famoso alcalde Tierno Galván, del actor José Luis López Vázquez, del escritor Benito Pérez Galdós o del poeta Pablo Neruda. Cuando Pablo Neruda fue nombrado cónsul en Madrid en 1934, uno de sus mejores amigos, Rafael Alberti, se encargó de buscarle una casa donde vivir. El piso, que se iba a convertir en escenario de las tertulias de la generación del 27, estaba en un edificio que era un símbolo de la vanguardia arquitectónica de aquellos años. “Yo vivía en un barrio/ de Madrid, con campanas, / con relojes, con árboles/ […] Mi casa era llamada/ la casa de las flores, porque por todas partes/ estallaban geranios...”, escribió en un poema Neruda sobre su casa.


Fiestas del Carmen

La Patrona del barrio es la Virgen del Carmen aunque resulta paradójico porque el único templo dedicado a esta Virgen está en la calle del Carmen entre la Puerta del Sol y la plaza de Callao. En su honor se realizan las fiestas del barrio. Las Fiestas del Carmen se celebran cada año alrededor del día 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen. Aunque el típico casticismo de los 'chisperos' y 'chisperas' bailando a ritmo del chotis de otras épocas, va dejando paso a las nuevas generaciones que también saben disfrutar del baile pero con ritmos más modernos. El barrio se viste de farolillos, los vecinos disfrutan de la verbena y como dice el dicho “Desde el Carmen a Santiago no se pone el sol en Chamberí”.