martes, 12 de enero de 2010

Vivir por encima de nuestras posibilidades

Todavía peor que vivir al día es vivir por encima de nuestras posibilidades. Ya lo auguraba Charles Dickens en su novela David Copperfield “Me conjuró solemnemente para que recordara su destino y para que no olvidara jamás que si un hombre con veinte libras esterlinas de renta gasta diecinueve libras, podrá ser dichoso; pero que si gasta veintiuna libras, nunca se librará de la miseria”.


Sin embargo, han sido muchas las personas que en los últimos años han vivido por encima de sus posibilidades. Pero no todo era ambición, y no fueron los únicos culpables. Desde las entidades de crédito se les brindó numerosas facilidades para que lo consiguieran: pagos por plazos, financiaciones, tarjetas de crédito, créditos rápidos, reunificación de créditos. Todo les hacía pensar que aquello era posible. Pero cuando la crisis ha apretado lo han sufrido con todas las consecuencias. Esperemos que hayan aprendido que hay que ser más prudentes a la hora de gastar, y fomentar el gasto en función de las posibilidades de cada uno y no del endeudamiento. Y es que con ello no solo perdieron la oportunidad de que su dinero pudiera hacer más dinero, sino que se endeudaron y pagaron más por lo mismo, en muchos casos por cosas que verdaderamente no necesitaban.


En España se vive bastante de apariencias. Pero la pregunta que nos hacemos cuando toda esta situación ha explotado es: ¿vale la pena gastar al borde de nuestros ingresos, o por encima de ellos, por tener más y más y por aparentar en muchos casos? Según una encuesta de la FRS Grupo Inmark, el 6, 2% de los españoles reconoce que pasa apuros para devolver los créditos.


La fuerza de esta dato reside en que este porcentaje se ha casi triplicado en un año, pasando de un 2,2% a un 6,2%. Esta encuesta es utilizada por las principales entidades financieras españolas para evaluar su posicionamiento en el mercado y las tendencias del sector. Los resultados evidencian una caída en picado de la confianza en el sistema financiero.


Los múltiples escándalos financieros como la quiebra de Lehman Brothers o el estallido de la pirámide Madoff, han dañado la imagen de la banca a ojos de los españoles. Un 55, 1% afirma que su confianza en el sistema financiero ha empeorado.


La crisis económica ha provocado un aumento de la morosidad. La salud financiera de los españoles se refleja en la morosidad bancaria que, desde principios de 2008 hasta mediados de 2009 se ha disparado en 3,5 puntos porcentuales, hasta situarse en el 5% en octubre. De hecho, en 2008 antes de que la crisis económica se manifestara en España con tanta virulencia, sobre todo del lado del desempleo, nadie admitía tener problemas para pagar este tipo de créditos.


Pero, la sociedad se embarrizó en el desarrollo de unas formas económicas de producción y consumo de bienes y servicios superfluos que están muy por encima de lo necesario. Las razones son tradiciones culturales y de posicionamiento social. Ya se sabe aquello de la ostentación asociadas, por su puesto, al placer y no a la necesidad. Se persigue deslumbrar a los demás, sobresalir, distinguirse, demostrar superioridad. Un comportamiento muy humano. Este es el caso del escritor Oscar Wilde, un derrochador que siempre vivió rodeado de lujo y que en el lecho de muerte en un hotel parisino mientras sorbía champán de una copa rodeado de sus amigos más fieles dijo: “Muero como he vivido, por encima de mis posibilidades”.

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