martes, 9 de marzo de 2010

Desde el corazón (de Italia), Siena


Siena tiene un color especial. Y no es la letra de ninguna canción ensalzadora de la ciudad. Los tonos ocres que pintan la ciudad han dado nombre a un color, el Siena. No hace falta más que dar un paseo por sus calles para darse cuenta. Ya no solo hablando de tonos sino de la magia que desprende la ciudad. Al recorrer sus calles parece que estés en medio de un cuento o que hayas retrocedido en el tiempo. No es de extrañar, esta ciudad conserva el aspecto medieval que adquirió en los siglos XIII y XIV.

Situada en plena campiña de la Toscana, en el centro de Italia, Siena, con su arquitectura medieval perfectamente conservada, es en sí misma una obra de arte capaz de cautivar a cualquiera. El centro histórico de Siena es, desde 1995, Patrimonio de la Humanidad. Y es que tiene una serie de joyas arquitectónicas dignas de admirar, como el Duomo. Pero sin lugar a duda, a la cabeza está la Plaza del Campo. Única en el mundo por su forma cóncava, esta plaza invita a los forasteros a cumplir aquello de “Donde fueras, haz lo que vieras”. A la luz y el calor de los rayos de sol el lugar se llena de gente que se sienta a su alrededor convirtiéndose en el centro social y punto de encuentro de toda la ciudad. Para los que la conocen no hay nada mejor que sentarse en esta plaza y tomarse un helado sienés (con la fama de ser los mejores de toda Italia) o un trozo de Pizza, que sin duda sabrá a gloria.

La ciudad tiene poco menos de 55.000 habitantes y se calcula que más de 20.000 son estudiantes que vienen de todas partes de Italia a estudiar en su famosa Universidad (que data del año 1240), una de las más importantes de Italia. Siena además, se llena de estudiantes Erasmus cada año, unos 300, de los que más de 250 son españoles. Por lo que escuchar hablar español entre sus calles, es algo común. Cada año la historia se repite, cafés en el “Balcone”, bailes en garitos como “Barone Rosso”, cenas en el “Nonno Mede” o escandalosas fiestas en los pisos de estudiantes.

Siena se disfraza de Edad Media

Pero si algo de verdad caracteriza a esta “piccola città” es, sin duda, el Palio. Durante todo el año esta ciudad se prepara para la fiesta del Palio. Hay quien dice que en Siena se vive por y para el Palio. Dos veces al año la ciudad se disfraza de Edad Media. Se trata de una carrera de caballos por la que la ciudad vive enfrentada el resto del año. Siena está dividida en “Contradas” donde cada barrio adquiere el nombre normalmente de un animal y tiene unos colores, una bandera y un escudo que la caracteriza. Los participantes deben dar tres vueltas a la Plaza del Palio y el ganador será el caballo que llegue primero (con jinete o sin él). Es impresionante ver como la plaza se llena de gente, se calcula que más de 70.000 personas, lo que equivale al 130 por ciento de la ciudad.

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